En la Puerta del Sol de Madrid, “como el año que fue, otra vez el champán y las uvas y el alquitrán”, que diría Mecano. Y otra vez, el ingente despliegue de policías, de servicios de emergencia y de limpieza para evitar que nada malo empañe el momento. Las fuerzas de seguridad han puesto ya en marcha este lunes el dispositivo, integrado por 1.250 agentes de ambos cuerpos, para garantizar la seguridad en las preuvas de esta medianoche, que cada año ganan adeptos, y en las campanadas del 31 de diciembre. La plaza se desalojará ambos días a las 21.00 para permitir después el acceso controlado por las calles Mayor, Arenal, Alcalá y la carrera de San Jerónimo, con pasillos de evacuación en las del Carmen y Preciados. Habrá registros en las entradas, ya que está prohibida la presencia de objetos contundentes, de cristal o pirotécnicos. El aforo, como el año pasado, será los dos días de 15.000 personas, que en el caso de la Nochevieja podrán ver en directo las campanadas que se retransmiten para todo el país. Protección Civil tendrá un retén de 50 efectivos con cinco ambulancias.
