En pleno triángulo dorado, la metanfetamina se ha convertido en la reina de las drogas. La red de barrancas, montañas y terrazas de la sierra nororiental de México, que abasteció históricamente a Estados Unidos de marihuana y heroína, aparece ahora como el escenario de los grandes golpes del Gobierno contra los laboratorios que producen esta droga sintética. El último decomiso fue el 2 de octubre, en el poblado de Cupia, en Tamazula, donde las autoridades se incautaron de 2.750 kilos y más de 40.000 litros de sustancias químicas, un zarpazo de 280 millones de pesos al crimen organizado, según las autoridades. Algo más de 15 millones de dólares.
