
La incorporación de los dispositivos conductores de energía (DCE) o pistolas taser, como se conocen popularmente, en la Guardia Urbana serán una realidad a partir de 2026. La dirección del cuerpo policial municipal ha confirmado la preocupación generalizada por la proliferación de armas blancas en Barcelona, fenómeno que ha desencadenado su implementación. El Ayuntamiento ha presentado este viernes el anteproyecto del reglamento para el uso de esta arma y su aprobación está prevista para junio. Después se iniciará la contratación de los dispositivos por concurso público. Fuentes policiales han avanzado que se repartirán 22 dispositivos entre la Unidad de Refuerzo para Emergencias y Proximidad (UREP), pero solo 10 estarán activas al mismo tiempo, una por unidad.
