Donald Trump quizá sea la persona más famosa del mundo. Desde que bajó las escaleras mecánicas doradas de su torre de la Quinta Avenida de Nueva York en 2015 para anunciar que se presentaba a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, se ha apoderado de la escena política estadounidense. Fue cuatro años presidente de la primera potencia mundial, y recuperará el cargo el próximo 20 de enero, lo que en sí mismo es un hito histórico. Ha dado cientos de discursos, mítines y entrevistas. Su exposición mediática apenas tiene parangón. Sin embargo, cuando se prepara para volver al Despacho Oval, los perfiles que adquirirá su segundo mandato son en gran medida una incógnita. ¿Cumplirá sus promesas ―y amenazas― más radicales? ¿Las descafeinará una vez logrado el objetivo de ganar las elecciones? Una cosa sí parece segura: el mundo girará en 2025 al ritmo que marque el imprevisible Trump.
