El ciclo suele funcionar siempre de la misma manera en La Mina: una crisis (tiroteos, homicidios…), un refuerzo policial (antidisturbios vigilando las calles), un periodo de calma, y vuelta a empezar. “Es una situación que se ha cronificado”, admitió el viernes la consejera del Interior, Núria Parlon. Pero fuentes policiales añaden que la marihuana ha empeorado el panorama en este barrio de Sant Adrià de Besòs (Barcelona). “Ahora tienen las plantaciones aquí, y lo primero que hacen es protegerse”, asegura el comisario de los Mossos Sergi Pla. Entre 2018 y 2022, la policía catalana ha intervenido medio centenar de armas de fuego a los clanes de La Mina, en siete investigaciones largas y complejas. Una decena eran armas de guerra. También han detenido a 150 personas, en 150 registros, y cerca de medio centenar han ingresado en prisión.
