
Las últimas elecciones locales en Chile dejaron en evidencia cuán errado es interpretar predominantemente sus resultados en la clave del eje político más celebre de la historia: derecha/izquierda. Esto ya lo sabíamos desde hace mucho tiempo, sobre todo cuando los estudios electorales en todas partes del mundo enfatizaban los atributos personales de los candidatos en desmedro de la lógica espacial del eje, y muy especialmente cuando el territorio en el cual se competía era de tamaño mediano y pequeño. Lo nuevo en esta discusión es la alegre e impune proyección política de resultados locales que se explican predominantemente por asuntos de naturaleza local en clave nacional, que es a lo que se refiere el eje derecha/izquierda.
