Desde que el Reino Unido puso en marcha el Brexit para “recuperar el control” —así rezaba el eslogan de los que defendían el divorcio de la UE—, los sucesivos Gobiernos británicos se afanan en averiguar qué quieren hacer con ese control recuperado. En definitiva, cuál es el lugar en un mundo cada vez más complejo de un país que ahora viaja solo. El nuevo primer ministro, Keir Starmer, atosigado por unos mercados que llevan más de una semana empujando al alza el precio de la deuda pública y cuestionando los planes de crecimiento del Ejecutivo laborista, ha lanzado este lunes un ambicioso plan para convertir la inteligencia artificial (IA) en el eje de una “década de renovación nacional”.
