Tres personas murieron y veinte resultaron heridas en una explosión de pirotecnia dentro de un domicilio privado este martes en Honolulu, Hawái. El accidente ha puesto bajo la lupa las restricciones a los fuegos artificiales en el Estado. “Este incidente es un doloroso recordatorio del peligro que representan los fuegos artificiales ilegales”, dijo el alcalde de Honolulu, Rick Blangiardi, en una conferencia de prensa. “Ponen vidas en riesgo, agotan a nuestros socorristas y perturban nuestros vecindarios.
